La Central Nuclear de Trillo fue concebida como una central de base, es decir,
de funcionamiento ininterrumpido y alto grado de disponibilidad. Es capaz de asegurar
una producción cercana a los 8.000 millones de kilovatios hora al año.
El reactor de Trillo pertenece a la denominada tercera generación de centrales nucleares españolas.
Su diseño es de la firma alemana Siemens-KWU. El 85% de la inversión realizada,
que superó los 280.000 millones de pesetas, es de origen español, lo que constituye
el porcentaje máximo alcanzado en este tipo de proyectos. La ingeniería y los equipos
nacionales superaron el 80%, siendo totalmente nacionales en apartados tan importantes como la obra civil y el montaje.
El 1 de mayo de 1986 el Ministerio de Industria aprobaba el comienzo de las primeras pruebas,
y el 4 de diciembre de 1987 se concedía el permiso de explotación provisional. El 6 de agosto
de 1988 se inició la explotación comercial.